Dicen que en la vida nada es fácil. Seguro que estas
palabras resonaron en la cabeza de Raf Simons desde que comenzó en su nueva
andadura en la casa Dior. Los nervios se palpaban en el ambiente, esperando con
ansias a que todos los invitados llegaran y tomaran asiento…
…había cuidado hasta el más mínimo detalle, adornando la
Maison con flores como le hubiera gustado a Christian…
…y entonces, con ciertas dudas sobre su trabajo, comenzó la
que seria su primera prueba, prueba donde tenia que demostrar que la decisión de
la firma de elegirlo como sucesor de Galliano había sido acertada…
…cinturas entalladas…
…pantalones…
…y vestidos que nos recordaron la época gloriosa de la firma,
la mirada al pasado de todo un futurista.
Y así rompió Simons con el dicho de que los comienzos nunca
fueron buenos.
Besos F y A.
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